El reflujo descubre al lecho del mar; es una cicatriz que guarda
la historia de un dolor desproporcionado. Sobre ella gira un
trompo, y con cada vuelta se desbordan las diásporas en la
esquina convergente de la pequeña isla de Manhattan. Entonces, algunos penetran al denso humo que sale de las
alcantarillas, algunos pierden el semblante en aquél lugar
desgarrado de Dios.
la historia de un dolor desproporcionado. Sobre ella gira un
trompo, y con cada vuelta se desbordan las diásporas en la
esquina convergente de la pequeña isla de Manhattan. Entonces, algunos penetran al denso humo que sale de las
alcantarillas, algunos pierden el semblante en aquél lugar
desgarrado de Dios.