jueves, 26 de diciembre de 2013

Manhattan

El reflujo descubre al lecho del mar; es una cicatriz que guarda
la historia de un dolor desproporcionado. Sobre ella gira un
trompo, y con cada vuelta se desbordan las diásporas en la
esquina convergente de la pequeña isla de Manhattan.
Entonces, algunos penetran al denso humo que sale de las
alcantarillas, algunos pierden el semblante en aquél lugar
desgarrado de Dios.

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TEATRO

Desde mi infancia, las apariciones y desapariciones de personajes crearon sin cuestionamiento una realidad caótica, y de ese hueco emanó todo el misticismo.