Todo es más pequeño cuando nieva,
toma relieve sobre la virgen capa,
en lo alto de la vieja cúspide,
silbilante
despega el gallo en su mudo vuelo,
con su piel de braille,
con su piel de braille,
el viento, o la
luz si se hicieran más frágiles,
igual,
romperían el eje de las
manos.
Tomaría-tan sólo- para redimirlas el color
que hacen las flores al mullir sus alas,
al caer rendidas en el alma.
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